Viviana Garat, le otorga una gran importancia a su paso por el hockey, deporte que practicó durante siete años. El desafío de hacer algo “no convencional” la llevó a torcer el rumbo hacia el rugby, pero no descarta la posibilidad de regresar: “Amo el hockey y volvería siempre”, dice.
A fines de 1999 entró al mundo de la guinda. Pero ese no fue su inicio en el mundo del deporte, porque desde los catorce años jugaba al hockey. Allí aprendió cosas que no olvidará nunca. Viviana Garat, hoy representante del equipo de rugby del Seleccionado Nacional, vistió la camiseta de Hindú Club, Club Central Norte Argentino y Jaguareté Hockey de Corrientes.
-¿Cómo comenzaste a interesarte por el hockey?
-Quedé enloquecida con el hockey después de ver los Panamericanos de Mar del Plata de 1995, no sabía mucho pero me encantó. Uno de mis hermanos mayores jugaba al hockey y yo le preguntaba de todo y le pedía que me enseñe algo, pero a él le costaba dejarme que toque su stick (risas).
-¿Fueron muchos los años que estuviste ligada al hockey?
- Jugué durante siete años aunque los últimos dos también hacía rugby de manera simultánea. Luego tuve dos regresos efímeros a las canchas de hockey, ya que por cuestiones de tiempo no podía hacer los dos deportes. El último fue en 2009 cuando se hizo una cancha de sintético en Corrientes y no podía perderme la oportunidad de jugar un torneo completo en sintético, quizás suena raro, pero en el norte del país sólo hay canchas de césped o tierra.
Un día una compañera le dijo: “Vamos a ver un entrenamiento de rugby”, y fue. El grupo de chicas recién se empezaba a armar y ninguna había jugado antes. Tiempo después llegó la convocatoria para el Seleccionado Nacional. En ese momento, no había Selección de rugby femenina y Viviana Garat pudo formar parte de ese primer grupo de la historia que iba a ponerse la camiseta celeste y blanca. La chaqueña, apertura del Club Sixty de Resistencia, fue en una de las chicas que fundaron el equipo y eso la transforma en una referente del Seleccionado.
-¿Qué te motivó para empezar a jugar al rugby?
- Me gustaba la idea de hacer algo que no era convencional, como el rugby en ese momento, así que cambié el rugby. Yo creo que fue justamente eso, el desafío de hacer algo distinto lo que me hizo elegir. Pero en un principio no hubo un fuerte detonante para que deje de jugar al hockey, lo fui dejando de a poco, cuando los horarios no me alcanzaban.
-¿Estabas convencida de dejar el hockey para cambiar a un deporte diferente y mal calificado de "masculino"?
-La verdad no estaba convencida, pero no porque era considerado un deporte "masculino" sino porque amo el hockey. Siempre fue muy difícil la decisión de dejar definitivamente el hockey y creo que elegí el rugby porque en ese momento pesó mucho también el tema del Seleccionado Nacional.
- Hoy, ¿seguís al hockey o tu vida deportiva sólo se limita al rugby?
-Si bien dejé de practicarlo porque no me gustaba hacerlo a medias y además por pedido del entrenador de la Selección de rugby, sigo mucho al hockey de Buenos Aires y, por supuesto, al de mi provincia, y cuando puedo voy a ver a mis amigas. Además, me gusta mucho ver a las Leonas.
-¿Creés que, de haber seguido practicando hockey hubieras llegado tan lejos como con el rugby?
-Es el sueño de todo deportista representar a su país en el deporte que hace; cuando era chica soñaba con estar en el Seleccionado de hockey, soñaba con jugar al lado de Cecilia Rognoni, Luciana Aymar o Vanina Oneto. Era una locura, era algo casi imposible, no por las condiciones sino por la situación, el aquel momento todo se concentraba en Buenos Aires. Pero el sueño no te lo quita nadie y por suerte el rugby me dio la posibilidad de vestir la celeste y blanca.
-El tiempo que te dedicaste al hockey, ¿Fue suficiente para vivir algunas buenas experiencias?
-Muchísimas. Conocí las personas excelentes, los viajes...realmente disfrutaba levantarme los domingos a las 7:30 de la mañana porque jugábamos a las 9:30, todo el ritual de preparar las cosas, ir al club…son cosas que hacía con tanto gusto que me acuerdo ahora y me río, que locura tenía. El hockey fue el comienzo de mi vida deportiva, me enseño un montón. Realmente fueron años muy lindos y disfrute mucho de jugarlo.
Si bien está dedicada de lleno al rugby, entrenando seis días a la semana y además dedicándose al arbitraje -fue árbitro en el primer encuentro sudamericano de rugby femenino en 2009 y tiene varios proyectos en ese nuevo rol-, Viviana no le cierra definitivamente la puerta al hockey: “Siempre está la posibilidad de volver al palo y la bocha y más ahora que en mi club Sixty de Resistencia hay hockey desde hace dos años, así que… ¿Quién sabe? Amo el hockey y volvería siempre”.
Mariana Fernández Sánchez
Fuente: Solo Hockey
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