Retegui y Roggero fueron compañeros de seleccionado. “Nosotros vivimos los momentos difíciles del hockey argentino” y recordaron cuando para pagarse un viaje debieron salir a vender carteras y camperas de cuero en los subtes de Hamburgo. Además fueron concubinos, y compartieron un departamento en el barrio de Belgrano.
La presentación de Emanuel Roggero y Carlos Retegui como entrenadores de los seleccionados de hockey no tuvo nada que envidiarle a la presentación multimediática de un técnico de fútbol. Con el valor agregado de tener a Aníbal Fernández hablando por primera vez como presidente de la CAH, las oficinas de la Confederación recibieron una gran cantidad de medios que llenaron la sala y escucharon atentamente la palabra del senador nacional y de los nuevos DT.
Periodistas especializados, gráficos, radiales, medios televisivos, fotográfos, no faltó nadie a la cita y quedó demostrado que el hockey es un deporte en pleno crecimiento, en pleno cambio.
Tras responder preguntas para todos los medios presentes, Emanuel Roggero y Carlos Retegui se apartaron del ruidoso salón para charlal más tranquilos con los periodistas y contar en detalle sus sensaciones por estos nuevos cargos.
Manucho, como todos lo conocen en el ambiente del hockey, es el primer blanco de la ametralladora de preguntas. A todas responde con amabilidad y pisando firme. No quiere entrar en polémicas, y sale con mucha soltura de temas que involucran a terceros: Marcelo Garraffo, Luciana Aymar y Soledad García, entre otros. Se ríe y bromea mientras el Chapa repasa todos los títulos ganados al frente de Las Leonas y se apoya la mano en la frente: “No sabía todo esto, me acabo de enterar”.
El Chapa, con muchísima más cancha en esto de atender periodistas y dar conferencias, sabe cuando meter un bocadillo, como manejar los hilos de la charla y es el que hace que de a poco los dos se suelten y terminen contando anécdotas de sus épocas como compañeros de seleccionado.
Roggero fue arquero y capitán del seleccionado y sus últimos años con la celeste y blanca coincidieron con los primeros pasos de un joven Carlos Retegui.
“Nosotros vivimos los momentos difíciles del hockey argentino” dice el Chapa agradeciendo que hoy tanto la Secretaría de Deportes como el Enard permitan que los deportistas tengan buenas becas y para los entrenadores exista la posibilidad de planificar viajes y entrenamientos en el exterior.
“Les cuento una anécdota”, arranca el Chapa y lo mira en complicidad a Rogero. “En 1989, en Hamburgo teníamos que vender camperas de cuero y carteras en la salida del subte para poder solventar el viaje para ir a jugar la Copa del Mundo de 1990 en Pakistán”.
“Luis Ciancia que era el entrenador argentino, marcaba el mapa de Hamburgo y lo dividía por región para ir a vender carteras y poder recuperar la plata que habíamos pagado para el viaje”, agrega Retegui. Roggero acota: “Teníamos que vender todos, pero el Chapa, Ale Verga y yo éramos los vendedores oficiales. Y vendimos eh”.
Esa complicidad entre ambos los llevó a ser concubinos, y vivir juntos durante dos años en un departamento sobre la calle Ciudad de la Paz, en el barrio de Belgrano, donde ya vivía el Chapa y como Roggero estaba viviendo en San Nicolás, el jugador de San Fernando le propuso al arquero de Quilmes compartir el piso por el que también pasó Franco Nicola “y otra banda más de gente que vivió ahí”, recuerda Retegui.
“El gordo fue capitán del seleccionado mucho tiempo. Fue una bandera del hockey argentino, este reconocimiento de que sea entrenador de Las Leonas lo tiene merecido sobradamente” dice Retegui de Manucho a quien además de querer que le vaya bien, pide que se le tenga paciencia, como a cualquier nuevo proceso: “No es fácil que Las Leonas sean deportivo ganar siempre. Hay que tener paciencia. Cuando hay un cambio de proceso es difícil. Si algún resultado no se da en el corto plazo hay que tener paciencia y templanza”.
Fuente: Hockey mobile
No hay comentarios:
Publicar un comentario