En medio de las especulaciones por el futuro de su cargo como entrenador de Las Leonas a causa de las elecciones en la CAH en abril, Garraffo aseguró estar focalizado en el día a día ya que "nos encontramos fuera de la situación política". Además recordó su época como Secretario de Deportes y qué le generó volver a pisar el Cenard.
De lado quedan los sistemas, la pizarra, las listas, los nombres, las giras y Las Leonas, porque Marcelo Garraffo es un foco periodístico en sí mismo. Abanderado de la delegación argentina en los Juegos Olípmícos de Barcelona 1992, cinco veces distinguido con el Olímpia de plata en hockey, capitán y entrenador del Seleccionado masculino, campeón como jugador, como entrenador, y ex secretario de Deportes de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires, su vida enfocada al deporte y sus múltiples logros dentro del hockey, lo transforman en un sabio conocedor de todos los aspectos que rodean a este deporte. Si bien supo llevar un cargo político, hoy ese ámbito es uno de los que prefiere dejar de lado, ya que hace rato están instalados los rumores sobre una posible interrupción de su gestión en el caso de que Aníbal Fernández gane las próximas elecciones de la Confederación Argentina de Hockey, a realizarse el 27 de abril.
-¿Como sobrellevan las versiones de que puede concluir su ciclo si el oficialismo de la CAH no gana las elecciones en abril?
-Focalizándonos solamente en esto, porque no tenemos nada que hacer, no somos políticos, no consideramos que este sea un cargo político y no vinimos por política. No teníamos ninguna vinculación con los que están ahora, con lo cual, nos encontramos fuera de la situación política. Somos empleados de la Confederación, y nos encanta hacer lo que hacemos y disfrutamos día a día.
En el hockey no es la primera vez que cambian dirigentes, y no es que en ese momento cambian todos los entrenadores como en una secretaria del Estado. Esto no ocurre en el hockey. Lo que venía sucediendo cuando había dos listas es que, llegado el momento las dos listas se unían para no generar confrontación, y no había elección prácticamente. Se repartían los cargos: quien se suponía que iba a ganar se quedaba con los cargos preferenciales, lo cual me parece que siempre fue saludable para el hockey. Lo importante es aprovechar las virtudes de cada uno y que esto beneficie al hockey.
-¿Cómo te sentiste al volver al Cenard después de haber sido Secretario de Deportes?
-Muy raro. Teniendo en cuenta que yo estaba acá entrenando a las Selección masculina en el año 1996 y más tarde me llamaron para ofrecerme el cargo de Secretario de Deportes de la Nación, y al mes estaba en la oficina del tercer piso, y miraba los entrenamientos desde donde yo estaba. Era una sensación rara en aquel entonces, porque allá arriba se amplía tanto el espectro, que el hockey lo empezaba a ver chiquito. Lo que para mí era todo, allá lo veía chiquito, y ahora volver acá es una sensación muy extraña. Ese cargo te pone la piel más dura, te da experiencia, te hace conocer mucho a las personas, a un Estado desde adentro y te enseña a desarrollar paciencia, y eso, para la conducción es muy importante.
Cuando se hizo la presentación, y esto no se lo comenté a nadie, yo estaba en la sala VIP donde muchas veces estuve dando discursos, y la verdad es que en un momento me emocioné. Nadie se dio cuenta, pero en un momento me emocioné por esto de ir y volver. Pero es lindo volver a la esencia, y a lo que es mi esencia y lo que me gusta, la docencia del hockey. Fue muy lindo y extraño encontrarme con todos los empleados y eso es algo muy reconfortante, porque cuando fui Secretario de Deportes, por suerte no me la creí, no me subí arriba de un caballo y empecé a saludar a todos de otra manera. Entonces esas mismas personas a las que saludaba de la misma manera cuando era Secretario de Deportes que ahora, se dan cuenta que soy la misma persona, independientemente de lo que esté haciendo y eso lo disfruto. Cuando me voy y me saludan lo disfruto, porque entiendo ese mensaje.
-¿Qué diferencias encontrás entre la situación actual del deporte y cuando vos dirigías la Secretaría de Deportes?
-Hay mucha diferencia porque cuando yo fui Secretario de Deportes era una época de mucha carencia, donde no había recursos de ningún tipo y donde, claramente, el gobierno no fue un buen gobierno (NdR: ocupó dicho cargo durante el gobierno de Fernando de la Rúa entre 1999 y 2001). Nosotros desde ese lugar lo sufríamos, pero nos enseñó que independientemente de los recursos se podía hacer una gestión. Yo quedé satisfecho porque de alguna manera la imagen de la Secretaría de Deportes de aquella época no quedó salpicada con cosas que sí sucedieron en otros Ministerios y Secretarías. Haber “empatado 0-0” en ese momento fue muy bueno, porque salir a ganar el partido hubiese sido muy difícil.
Además, hoy hay una figura mucho más importante que es el Enard que le acerca recursos a los deportistas. La política es una planificación a largo alcance. Si está escrita, independientemente de los que la ejecuten, se va a llevar adelante. Lo que se sostenga en el tiempo se va a llevar adelante. Cuando uno habla de política de Estado se refiere a eso. Cuando yo subí mejoramos el plan que ya estaba y mantuve a la gente que estaba en ese momento y pedí mejorar el plan. Ese mismo plan es el que está ahora y una de las personas que yo tenía en ese equipo está hoy en el Enard como cabeza de planificación. Entonces, hay una política por lo menos que se está continuando. Si a eso le agregamos recursos, porque hoy por suerte hay plata y no escuchás ni a un deportista quejarse, porque las demandas de los deportistas son atendidas, eso es un cambio muy grande.
Con recursos, el gran desafío de Argentina de acá a cuatro años es mejorar la calidad de gestión. Tanto las federaciones deportivas como los entrenadores tienen que mejorar las gestiones. La plata solamente no alcanza, hay que administrarla mejor, hacer mejor calidad de planificaciones y capacitar dirigentes y entrenadores. Esa calidad es la que nos va a dar el salto. Porque si no te capacitás, por más plata que tengas vas a seguir estancado, vas a crecer menos. Pero si a esos recursos le agregás calidad de gestión, Argentina en 8 años va a poder pegar un gran salto en el deporte en general.
-Dentro de esta gestión, ¿considerás que se están quedando fuera del alcance los clubes y por eso Argentina no cuenta con la mejor infraestructura para practicar este deporte, con su mayoría de canchas de arena?
-Los clubes son clubes. Y si se bajara este sistema se debería profesionalizar todo el hockey y me parece que no hace falta. En Europa esto lo hacen los municipios, porque son países donde los recursos vuelven al pueblo. En España, por ejemplo, las Municipalidades gestionan los polideportivos donde tienen canchas de hockey, gimnasios espectaculares, y una gran infraestructura, pero porque manejan bien los impuestos. La Nuestra estructura, al no estar organizado en función de los municipios, deja afuera a los clubes privados. Habría que ver de qué manera mejorarla para que crezca la infraestructura de los clubes. Pero el club privado debe tener una estructura interna para fomentar el desarrollo.
Sin embargo, esto de alguna manera se va desarrollando a través de las provincias que están poniendo cada vez más canchas. Argentina está primera en el mundo en cuanto a cantidad de jugadoras pero lo frena, para suerte de los demás países, las canchas de arena. Eso hay que cambiarlo. Necesitamos más canchas de agua para que este desarrollo tenga mayor calidad.
-Como secretario expresaste que Buenos Aires no estaba preparada para albergar un Juego Olímpico, ¿que opinión te merece ahora que está postulada para los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018?
-En aquel momento no estaba preparada para albergar un Juego Olímpico porque hay muchas variables que entran en juego y la situación política en general es muy importante. Hoy Argentina tiene una estabilidad política y económica que, desde lo global, tiene un mejor posicionamiento, No sé si tenemos todo, pero un Juego Olímpico de la Juventud me parece un buen paso. La juventud argentina, comparada con otras juventudes en el mundo, tiene una buena cultura deportiva en general, quizás motivada por el fútbol.
Nota: Sofía Escudero y Florencia Grunfeld, especial para Hockey Mobile.
Fuente: Hockey mobile
